Los embutidos no suelen venir acompañados de un manual de instrucciones, ni siquiera de instrucciones de uso o consumo. Parece demasiado obvio… Sin embargo, todo tiene sus pequeños trucos. ¡Hasta comerse un chorizo!

Por eso, os vamos a ofrecer unas sencillas recomendaciones de consumo para que vuestros embutidos envasados sepan (incluso) más ricos. Ahí van.

  • Consume los embutidos a temperatura ambiente para que mantengan sus características organolépticas (sabor, textura, aroma, color…)
  • Los productos envasados al vacío deben sacarse unos 20 minutos antes de su consumo de su envase para que el producto respire y se oxigene.
  • Presta especial cuidado a la forma en la que proteges los embutidos una vez que los has abierto. Te recomendamos que los envuelvas en papel de estraza y, si no es posible, en papel de aluminio. ¿Sabes por qué? Pues porque el sistema ‘no frost’ acelera el proceso de desecación del producto, que se vuelve más salado y adquiere un sabor más fuerte.
  • No obstante, trata de comerte cuanto antes el embutido una vez abierto para evitar que se reseque. ¡Es una pena dejar que pierda su verdadero sabor!