Seguro que más de uno de los cocineros y cocineras que estos días de fiesta se ponen el delantal para preparar las comidas familiares se enfrentan a la eterna pregunta: ¿Qué cocino este año en Navidad? Hartos de comer siempre lo mismo, muchos buscan alternativas para innovar y sorprender a sus seres queridos. Les ofrecemos algunas propuestas distintas a las recetas tradicionales, que incluyen los embutidos entre sus ingredientes. Al fin y al cabo, es nuestra especialidad.

Si quieren sublimar los sentidos de los que se van a sentar a su mesa, nada mejor que los bombones de sabadiego y cabrales de nuestra marca gourmet El Hórreo 1908. Esta creación del chef José Antonio Campoviejo surgió de un postre y luego se convirtió en un entrante del menú degustación de El Corral del Indianu, distinguido con una estrella Michelín. Luego, gracias a la alianza del cocinero con El Hórreo Healthy Food y al apoyo del Gremio de Artesanos Confiteros del Principado de Asturias, estos bombones se pudieron comercializar. Así que ahora basta con abrir una caja para poder disfrutar este producto, que no sólo ha conquistado los paladares del público, sino que también se ha ganado el aplauso de los expertos en ferias internacionales.

Tras esta delicatesen, toca algo más de toda la vida: unas croquetas, pero de chorizo. ¿Por qué no? En una sartén con aceite de oliva (3 cucharadas soperas), doramos cebolla picada (75 gramos). Una vez retirada la tripa, añadimos el chorizo fresco (250 gramos) en cachitos y, cuando haya soltado la grasa, añadimos la harina de trigo (3 cucharadas). Sin dejar de mover, añadimos la leche sola y la que hemos disuelto en harina de maíz (2 cucharadas). En total, utilizaremos 1 litro de leche. Salpimentamos y echamos nuez moscada, removemos y dejamos cocer la masa hasta que espese. Rectificamos de sal y la vertemos en una fuente plana, que cubrimos con papel film para que no se endurezca. Dejamos que se enfríe convenientemente antes de dar forma a las croquetas, que rebozamos, sucesivamente, en harina, huevo y pan rallado. Lo bueno de las croquetas es que se pueden hacer con antelación y el día de la celebración sólo resta freírlas.

Si quieren un entrante más ligero, y además más rápido de hacer, les sugerimos unas brochetas de alcachofas con chorizo. Hace falta un bote de alcachofas, partidas en mitades, y 3 chorizos de cocinar, cortados en monedas. Luego es tan simple como insertar los cachitos alternativamente en los palitos de brochetas, y freírlas en la sartén o a la brasa. Finalmente, se espolvorean con orégano y pimentón y se riegan con un chorrito de aceite, mejor de oliva virgen extra.

Nuestra cuarta propuesta gastronómica es bien diferente a los platos tradicionales de Navidad: una coca de embutidos. Deshacemos la levadura fresca (25 gramos) en agua tibia (300 mililitros). Colocamos en un bol la harina (500 gramos), le añadimos la sal (10 gramos) y el aceite (40 mililitros) y lo mezclamos todo. Luego echamos poco a poco el agua y seguimos mezclando. Después, amasamos. Cuando esté la masa, le damos forma y la dejamos levar en el horno a una temperatura de 50 grados durante una hora. La sacamos, la estiramos y le damos forma rectangular. Colocamos sobre ella el relleno: cebolla y pimiento picados y los embutidos, que pueden ser morcilla, panceta, chorizo…. Dejamos reposar media hora y, mientras tanto, precalentamos el horno a 200 grados. Echamos un chorrito de aceite de oliva por encima de la coca y horneamos unos 40 minutos a una temperatura de 180 grados.