Diez consejos para un verano sano y sin sobresaltos
El verano es momento para el relax, disfrutar de la vida y cuidarse. Hay muchos sabios consejos para hacerlo. Nosotros te damos diez pautas para que disfrutes de cada minuto de tus vacaciones sin sobresaltos.
- Procura una hidratación constante: si el resto del año es importante y es necesario beber una media de dos litros de agua al día, en verano con más motivo porque con la transpiración perdemos más líquidos. Cuidado con los más pequeños, porque no saben pedir agua, y con los mayores, porque con la edad se atenúa la capacidad de tener sensación de sed.
- Come bien y disfruta de los productos de temporada: el verano nos pone en bandeja alimentos apetitosos como frutas, verduras, gazpachos y ensaladas, que además de ser fuente de vitaminas, son sanos y engordan menos. Pero el relax vacacional también nos lleva a un mayor desorden y al picoteo. Un sabio consejo es poner en un plato todo lo que vamos a comer para controlar las cantidades.
- Cuidado con las intoxicaciones alimentarias: dicen que en verano se multiplican por cuatro. Para evitar comer alimentos en mal estado, hay que cuidar la higiene personal y de los utensilios que utilizamos para cocinar. El agua no potable nos puede costar más de un quebradero de cabeza. No eches hielo en la bebida si estás en un país tropical. Así alejarás el riesgo de padecer gastroenteritis y diarreas.
- Guarda la digestión: pasamos de acatarla al pie de la letra a olvidarnos de ella. Y no es un mito. Después de la comida, hay que esperar entre una hora y media o dos para bañarnos.
- Ojo con las infecciones: la sudoración excesiva y la humedad favorecen el ambiente húmedo propicio para que proliferen bacterias y hongos. Para huir de las otitis, no hay que pasar demasiado tiempo sumergido en el agua y sacar con cuidado el agua del oído. Evitaremos las infecciones por hongos de uñas, pies y mucosas vaginales, si usamos chanclas, ropa interior de algodón y prendas no demasiado ajustadas, nos secamos rápidamente y mantenemos una buena higiene.
- Adiós a las picaduras: para alejar de nosotros a insectos indeseables, nada mejor que usar un buen repelente, poner mosquiteras en las ventanas, no vestir ropa de colores vistosos ni usar perfumes atrayentes.
- Precaución con el sol: no vayas a la playa o a la piscina en las horas centrales del día, de una a seis de la tarde. Usa visera, gafas de sol y una protección solar adecuada a tu tipo de piel. Y ten en cuenta que el sol quema igual al borde del mar que en el paseo marítimo.
- Aprovecha que estás al aire libre para hacer ejercicio: haz unos largos en la piscina o corre por la arena de la playa. Eso sí, vigila los resbalones y calcula bien al lanzarte al agua. El mar y la piscina son una fuente de diversión, pero también de peligros, que exigen sumo cuidado y tener muy controlados a los niños. Así evitarás ahogamientos y accidentes.
- Duerme a pierna suelta: hazlo, esconde el despertador ahora que estás de vacaciones, así evitarás romper las fases del sueño. Además, descansarás de verdad y tendrás menos estrés.
- Aprovecha el tiempo para relajarte y hacer lo que más te gusta: leer, hacer crucigramas y sudokus, pintar mandalas y otras actividades placenteras para las que no tienes tiempo el resto del año. Son gratas y te ayudan a mantener el cerebro en forma.